sábado, 20 de junio de 2020

Efemérides

20 de Junio

Hoy conmemoramos el Bicentenario del fallecimiento de Don Manuel Belgrano, uno de los hombres fundadores de nuestra Nación.

La historia y el calendario oficial designan esta fecha como “El día de la Bandera” cristalizando su legado en este único hecho, aunque su contribución fue mucho más amplia. Como abogado se desempeñó en muchos puestos oficiales, fue protagonista de la Revolución de Mayo, dirigió campañas militares, delineó pueblos, fundó escuelas, bregó por el enaltecimiento social de la mujer, rechazó premios materiales y murió en la más completa pobreza.

Pero volvamos a la creación de la bandera. Estamos a comienzos de 1812, a dos años de la Revolución de Mayo, en el marco de las campañas militares por la independencia. El Triunvirato ordena a Belgrano, levantar baterías en Rosario, para impedir el avance de la armada real por el Paraná. Debido a que ambos ejércitos usaban la misma insignia, Belgrano solicita de esta manera al triunvirato, utilizar la escarapela como emblema que los distinga de los realistas.

“Parece que es llegado el caso de que Vuestra Excelencia se sirva declarar la escarapela nacional que debemos usar para que no se equivoque con la de nuestros enemigos, y que no haya ocasiones que puedan sernos de perjuicio; y como por otra parte observo que hay cuerpos del ejército que la llevan diferente, de modo que casi sea una señal de división, cuyas sombras, si es posible, deben alejarse. Me tomo la libertad de exigir a Vuestra Excelencia la declaratoria que antes expuse”.

Así Belgrano pone en evidencia la necesidad de un símbolo que represente no solo los ideales de Libertad e Independencia, también busca identificar y unificar los ejércitos patriotas en esta lucha.

El 18 de febrero el Triunvirato decretó el uso de la escarapela como emblema nacional de Las Provincias Unidas del Río de la Plata. Entonces Belgrano se dirigió nuevamente al gobierno en estos términos:

“Las banderas de nuestros enemigos son las que hasta ahora hemos usado; pero ya que ha determinado la escarapela nacional, con que nos distinguiremos de ellos y de todas las naciones. Baje señor excelentísimo esas señales exteriores, que para nada nos han servido y con que parece que aún no hemos roto las cadenas de la esclavitud. Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste conforme los colores de la escarapela nacional”.

De esta manera enfática proclama el objetivo emancipador de Mayo y pone de manifiesto la contradicción de luchar por la independencia de España bajo el símbolo de esa corona. Sin esperar la contestación del gobierno, el 27 de febrero de 1812 Belgrano enarbola por primera vez la bandera blanca y celeste. 

La respuesta del Triunvirato no se hizo esperar, el 3 de marzo le envió una enérgica reprimenda en la que se le ordenaba y cito “Hacer pasar por un rasgo de entusiasmo el suceso de la bandera blanca y celeste enarbolada, ocultándola disimuladamente y subrogándola con la que se le envía, que es la que hasta ahora se usa en esta fortaleza, y que hace el centro del Estado”. La bandera enviada era la enseña real que usaba la armada española en los buques y fortalezas.

Cuando llegó este apercibimiento, Belgrano ya se encontraba rumbo a Jujuy para hacerse cargo del ejército del Norte. El 25 de mayo de 1812 la presentó ante el entusiasmo de los soldados y la población. Aún no había llegado a sus manos la orden del Triunvirato.

Por este hecho recibió una nueva amonestación, en su defensa alegó desconocer las determinaciones emitidas por el gobierno. Aunque acató las órdenes recibidas, la bandera ya se había convertido en el símbolo de los ideales de independencia y libertad, los ejércitos la tomaron como propia y se convirtió en el emblema de la lucha de emancipación.

Una vez declarada la Independencia en 1816, el Congreso de Tucumán decretó: «Elevadas las Provincias Unidas en Sud América al rango de una Nación, después de la declaratoria solemne de su independencia, será su peculiar distintivo la bandera celeste y blanca que se ha usado hasta el presente, y se usará en lo sucesivo”.

Ahora bien, esto genera algunas preguntas ¿Porqué se reconoce la bandera desde aquella jornada a orillas del Paraná, cuando para la superioridad este hecho fue un acto de desobediencia?. ¿Porqué no se conmemora cuando el congreso de Tucumán la declara oficialmente como distintivo nacional?

Para tratar de contestar estas preguntas, veamos la definición de bandera: “Se dice por bandera a una pieza de tela, sujetada por uno de sus lados a un asta o colgada de una driza. Identifica o representa a un grupo de personas. Es un símbolo de honor. Un reconocimiento de Estado.”

Belgrano, como un hombre comprometido con las circunstancias de su época, comprendió que era imprescindible, tener un símbolo que representara los ideales de Libertad e Independencia, con el que identificarse y reconocerse como una nueva Nación. La población y los ejércitos la adoptaron como propia, convirtiéndose de hecho el emblema nacional. Así lo evidencia el congreso de Tucumán cuando dice que es el distintivo que se ha usado y se usará en lo sucesivo.

Hoy existen muchas banderas, algunas incluyen y unen, otras dividen y discriminan, algunas contienen en su significado muchas banderas, son plurinacionales o engloban en un ideal común, varias manifestaciones independientes.

Como dice Boaventura de Sousa Santos “Tenemos derecho a la igualdad cuando las diferencias nos inferiorizan y tenemos derecho a la diferencia cuando la igualdad nos descaracteriza”

Teniendo todo esto en cuenta nos invito a pensar, ¿con qué banderas  nos identificamos? ¿qué banderas sería necesario crear hoy?, ¿cuáles banderas cambiaron el sentido con que fueron creadas?

Seamos entonces como Belgrano, conscientes y coherentes con nuestro tiempo histórico y embanderémonos.

María Catalina Echevarría

Cosiendo rebeldías

Ella cosió, en 1812, a orillas del río Paraná, la primera bandera argentina que izó Manuel Belgrano en la Capilla del Rosario del Pago de los Arroyos (hoy Rosario). Catalina conoció al General porque era muy amigo de su hermano, Vicente. Así fue que el General le propuso confeccionar la primera bandera argentina. Se sabe que Manuel Belgrano fue no de los más grandes defensores del papel de la mujer durante la colonia.

La bandera celeste y blanca fue rechazada por el gobierno a cargo, y Belgrano, amonestado por crear una insignia sin aprobación ni permiso. "La guardaré silenciosamente para enarbolarla cuando se produzca un gran triunfo de nuestras armas", fueron las palabras del General tras el regaño gubernamental recibido.

 

 

 


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